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lunes, 29 de agosto de 2016

RECTIFICANDO NUESTRA VISION

 

EN CRISTO HAY ABUNDANCIA

Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!” (Lucas 15:17).

Propósito: Mostrar cuántas y cuáles son los abundantes bienes espirituales del cristiano.


Introducción: En el mundo de Dios, hay abundancia de todo. Si lo vemos materialmente, el hombre tiene todo lo suficiente que necesita para vivir, como “aire”, “luz”, “agua”, “alimento”, “medicina”, y una variedad posibilidades ilimitadas para gozar de la vida. No obstante, y a pesar de tanta abundancia, vemos que no son pocos los que sufren de pobreza, así como enfermos del cuerpo y del espíritu, y tanto, que la tierra ha llegado a parecer un campo de maldición, en lugar de un lugar lleno de hermosas y valiosas bendiciones. El pecado en nuestra ha sido la causa de que nuestro mundo llegue a ser un lugar peligroso, y lleno de sufrimiento y desesperación. Sin embargo, en Cristo, ¿sabía usted que en Cristo podemos ser ricos y felices? Él nos invita a gozar de verdaderas riquezas, de verdadera felicidad, de verdadera paz y consuelo. Hoy les voy a mostrar, a la luz de la Biblia, la abundancia de bienes espirituales que el cristiano tiene.

I. EN CRISTO HAY ABUNDANCIA DE PAN.
A. En Juan 6:51, leemos: “Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.”
1. Cristo es el “pan vivo que descendió del cielo”.
a. Ya no hay razón para tener hambre, ni mucho menos para morir de hambre.
b. El hombre sin Cristo tiene hambre, y busca saciar este vacío con “los deleites temporales del pecado” (Hebreos 11:25). Las drogas, el alcohol, el cigarrillo, los tranquilizantes, aventuras amorosas, y toda clase de pecado que al final los deja más hambrientos que al principio, sufriendo de soledad, desilusión y angustia.
c. Otros pretenden saciar su hambre espiritual por medio de la música, las artes, la meditación, la religión, las buenas obras, el conocimiento, el control mental, pero, al final del día sufren del vacío inmenso porque nada de eso puede saciar su hambre de Dios.
B. El “hijo pródigo” se “moría de hambre” lejos del hogar paterno, cuando los jornaleros tenían “abundancia de pan” en la casa de su padre.
C. Cristo dice que, “si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre”. No hay razón, entonces, para morir de hambre. En Cristo hay abundancia de pan, y vida en abundancia.

II. EN CRISTO HAY ABUNDANCIA DE AGUA.
A. Todos sabemos cuán agobiante se torna la existencia cuando tenemos sed. Buscamos agua hasta debajo de las rocas. Y así como tenemos sed, físicamente hablando, también tenemos sed espiritual.
1. El rey David escribió, Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?” (Salmo 42:2).
2. En el Salmo 63:1, escribió nuevamente: “Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas”.
B. En Juan 4:10, Jesús dijo a la mujer Samaritana, “Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva”.
1. Jesús dijo que el agua que hay en el mundo no puede saciar la sed: “Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed…” (v. 13). ¡Volverá a tener sed! Y esto es verdad, todos padecemos sed una y otra, y otra, y otra vez. Por más agua que bebamos, siempre volveremos a tener sed.
a. ¿Cuánta es nuestra necesidad? ¿Cuánta es nuestra pobreza? Esto ilustra lo amargo y difícil que puede ser la vida sin Cristo, por muchas cosas que uno logre tener.
C. Por eso necesitamos entender que en Cristo, hay abundancia de agua espiritual: “mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.

III. HAY ABUNANCIA DE LUZ.
A. En Juan 8:12, Jesús dijo, Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
B. ¿Qué de aquellos que no tienen a Cristo? Caminan en tinieblas, no saben de dónde vienen, ni saben a dónde van.
1. Estas tinieblas se sufren por el pecado, por estar apartados de Dios: “Por tanto, de la profecía se os hará noche, y oscuridad del adivinar; y sobre los profetas se pondrá el sol, y el día se entenebrecerá sobre ellos” (Miqueas 3:6).
a. Buscan dirección en el tarot, en el horóscopo, en libros que explican sueños, ¿y qué hay al final? Pura vanidad.
2. Es el resultado de las malas obras, “Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas” (Juan 3:19)
C. En Cristo hay abundancia de luz, hay vida, hay guía, hay dirección, hay conocimiento, hay buenas decisiones.

IV. HAY ABUNDANCIA DE PAZ.
A. En Juan 14:27, leemos: La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.”
1. Esta paz de la que habla Jesús, no es la paz mundial, ni una paz social, sino la paz entre nosotros y Dios. Porque el hombre en pecado es enemigo de Dios.
a. Usted puede estar muy tranquilo en una religión falsa, pero, no tener paz con Dios. “Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz(Jeremías 6:14).
b. Usted puede vivir muy tranquilo sin Dios y en su pecado, pero, dice Pablo que “el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.” (1 Ts. 5:2-3)
B. Pero cuando venimos a Cristo, y obedecemos el “evangelio de la paz”, entonces somos justificados, y así, dice Pablo “tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1).

V. EN CRISTO HAY ABUNDANCIA DE MORADAS.
A. En Juan 14:2, Cristo dijo, “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros”.
B. Hoy podemos estar sufriendo por no tener un techo dónde vivir, y más cuando las hipotecas son cada vez más altas. Algunos no tienen otra opción que buscar refugio hasta debajo de los puentes, o las alcantarillas.
C. Pero en Cristo, tenemos la esperanza de que hay “muchas moradas”, y él ya fue a preparar “lugar para nosotros”.

VI. EN CRSITO HAY ABUNDANCIA DE VIDA.
A. En Juan 10:10, Jesús enseñó, “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”.
B. En un mundo lleno de muerte y desolación, estas palabras nos llenan de esperanza y gozo. Hay vida abundante en Cristo, y tanto, que trasciende el tiempo.
C. Esta vida abundante es libre de amarguras, libre de pecado, libre del pavoroso afán mundano, y es rica en alegrías espirituales. No puede ser gozada, ni comprendida, sino hasta que es tomada. Cristo vino a darle esta vida abundante, falta que usted la tome.

CONCLUSIÓN: En Cristo hay abundancia de pan, abundancia de agua, abundancia de luz, abundancia de paz y abundantes moradas. Hay vida abundante. Y todo esto es posible por la gracia abundante de nuestro Dios: “Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia(Romanos 5:20). Sí, el pecado es mucho, por él, no tenemos mucha necesidad espiritual. Tenemos necesidad de paz, de vida, y sobre todo, de vida eterna. No obstante, “sobreabundó la gracia”, y Cristo nos ha traído hermosas y abundantes bendiciones. ¿Las quiere usted?

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