NUESTRA SEGURIDAD

,"!DIOS TODOPODEROSO, TEN MISERICORDIA DE COLOMBIA. NO PERMITAS QUE LAS MALAS DECISIONES DE LOS GOBERNANTES AFECTEN NUESTRAS VIDAS. .)

domingo, 21 de mayo de 2017

UNA REFLEXION NECESARIA

¿Escuchamos la voz de DIOS?

Juan 5:1-13

IIntroducción: El anhelo más ferviente del pueblo de Dios, creo sin lugar a dudas; es el escuchar la voz de DIOS, este sentir se hace latente en nuestras oraciones, pedimos por muchas cosas, con motivos y propósitos diferentes, pero todos tienen un común denominador, recibir una respuesta de parte de DIOS, escuchar la voz de DIOS.
Pero  me asaltan algunos  interrogantes ¿estamos preparados para escuchar la Voz de Dios? o mejor aún ¿cuándo DIOS  habla oímos o escuchamos?
Definamos que es "oír" y que es  "escuchar", el diccionario de la lengua española establece que:
  • OIR: es percibir con el oído sonidos.
  • ESCUCHAR: es prestar atención a lo que se oye.

En el evangelio de  San Juan  encontramos una historia  que relata un maravilloso milagro, un hombre lleva 38 años  a la orilla de un estanque, esperando la llegada de un ángel para que una vez el agua sea tocada por ese ángel, él primero que toque el agua sera sanado. Sin embargo no tiene quien esté pendiente con  él y cuando  el ángel llega, no alcanza a  tocar el agua entre los primeros y lograr el milagro.(Juan 5:1-5)


Un día llega Jesús y ve la multitud de enfermos  postrados alrededor del estanque esperando la aparición del ángel, le llama la atención aquel hombre postrado, paralitico, débil, triste, sin esperanza, sabe que lleva muchos años esperando por un milagro. Me imagino la cantidad de oraciones que diariamente   este hombre eleva ante DIOS pidiendo por su sanidad.

"Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?"(Juan 5:6)

Imaginemos la situación, muchos enfermos reunidos esperando un milagro, entre ellos uno que lleva 38 años postrado, sin quien le lleve al agua cuando el ángel desciende y las agita, no hay oportunidad para este hombre, por eso lleva tanto tiempo; pero !alto! Entra un gentío y viene una persona especial, viene JESUS, viene  el Hijo de Dios. 
Cuanta algarabía, tumulto, gritos pidiendo ayuda, multitud, la esperanza renace, esta  allí el Mesías, el Enviado, aquel que donde llega lleva libertad, amor, perdón, salud, vida.`

38 años esperando oír la voz de Dios, recibir la respuesta, ser sano; ahora un hombre llamado JESUS le pregunta  si quiere ser sano, el inmediatamente responde, pero no lo hace  de la forma que todos esperaban. ! NO ¡El  en lugar de  dar una respuesta afirmativa, se lamenta de su condición; es tal su "sordera" espiritual que no  alcanza a percibir quien es el que le está preguntando si quiere ser sanado.

Y es que oír no es lo mismo que escuchar, el hombre "oyó" la voz de DIOS, pero no "escucho a DIOS", cuantas veces pedimos y pedimos, esperando una respuesta, esperando oír la voz de Dios, sin embargo ¿estaremos preparados para oír la voz de Dios? o mejor   aún ¿estamos dispuestos a ESCUCHAR a DIOS?

Cuanto tiempo  llevamos postrados por un problema, por una enfermedad, por una necesidad; así mismo Cuantas veces DIOS nos ha respondido y NO LE HEMOS ESCUCHADO.

Lo impresionante  de la historia  que estamos estudiando, es que JESUS no  toma en cuenta la respuesta del hombre. ! NO ¡Jesús venía a darle una solución a su problema (así es siempre JESUS; lleva SOLUCIONES donde llega), a sanarlo, el verso 8 establece que JESUS  le dice "
 Levántate, toma tu lecho, y anda".

Una orden maravillosa, una orden que  después de 38 años aquel hombre no esperaba; pero aquí hay algo más profundo. ! Hay un cambio en el hombre¡  El verso 6  nos muestra una persona que NO escucho a DIOS, pero en el verso 8, al oír el tono autoritario y poderoso de JESUS, el hombre  ESCUCHA la voz de DIOS y se levanta, y toma su lecho y es sanado .... Si esa voz que hasta "los vientos y los mares le obedecen"

Si  amados hermanos, el hombre oyó la voz de Dios, pero fue sano  hasta cuando ESCUCHO a  DIOS.


Hay necesidades en su vida, peticiones, dolor, ESCUCHEMOS a DIOS y recibamos de su amor, de su misericordia y levantémonos, tomemos nuestras  limitaciones, nuestras  necesidades y alabemos a DIOS.

La voz de DIOS libera, transforma, sana. Ese hombre nunca hubiese sido sano; si no ESCUCHA la voz de DIOS, oír  no basta hay que escuchar....


Escuchemos la Voz de Dios y avancemos en victoria. El enemigo tratara por todos los medios a su alcance ensordecer nuestros sentidos para que no ESCUCHEMOS la voz de DIOS, pero la autoridad y el poder del Espíritu Santo, destaparan nuestro entendimiento para que escuchemos clara y nítida esa voz  divina y maravillosa, voz que nos da descanso y alegría, la voz de DIOS.

Bendiciones.













No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.