¿Quiénes son los
cristianos evangélicos?
Seguro que alguna vez has pasado por
delante de una Iglesia Cristiana Evangélica. Puede incluso que hayas conocido a
alguien que dice ser cristiano evangélico; Y probablemente, te hayas hecho
esta pregunta: ¿Quiénes son los cristianos evangélicos? o ¿por qué se llaman a
sí mismos evangélicos?
Permíteme aclarar antes que no se es Cristiano Evangélico por que se asista o pertenezca a una iglesia o denominacion inclusive no se es cristiano Evangélico porque se autodenomine pastor o apóstol o ejerza algún cargo dentro de una institución humana de origen Evangélico.
Nos llamamos evangélicos porque esta palabra resume admirablemente lo que creemos, pero para ser genuinamente un CRISTIANO EVANGÉLICO, se deben cumplir algunos requisitos ineludibles.
La palabra castellana
"evangelio" viene del griego, de una palabra que significaba
"buenas nuevas" o "buenas noticias".
En la carta que escribió a los Romanos,
el apóstol Pablo nos dice que esas buenas noticias vienen de parte de Dios, y
que esas buenas noticias se encuentran en la persona de Jesucristo, el Hijo de
Dios.
Es más, Pablo nos dice que en el
evangelio se nos anuncia que, sobre la base de la vida, muerte y resurrección
de Jesucristo, Dios está dispuesto a perdonar todos nuestros pecados y a darnos
vida eterna.
Estas son las mejores noticias que
podemos recibir, puesto que el pecado, lo veamos o no, es nuestro mayor
problema. Son buenas noticias porque la venida de Cristo al mundo implica,
además, la liberación del pecado.
Son buenas noticias porque Jesucristo
nos salva del pecado y de sus consecuencias eternas.
Finalmente, Pablo insiste en que el
evangelio es un mensaje de salvación que se recibe por fe en Aquél que dio su vida para rescatarnos de nuestro pecado:
"Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para
salvación a todo aquel que cree" (Epístola a los Romanos 1:16).
En palabras del mismo Jesús: "El
que cree en mí, tiene vida eterna" (Evangelio de Juan 6:47). Esta es una
de las creencias distintivas de la fe evangélica, la salvación sólo por la fe
en Jesucristo.
Pero, en segundo lugar, los evangelios
son los relatos acerca de Jesús. De tal manera se identifican las buenas nuevas
de salvación con una persona, que las narraciones que nos cuentan la vida,
muerte y resurrección de Jesucristo vinieron a conocerse como los evangelios.
De estos tenemos cuatro: Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
De hecho, el de Marcos comienza así:
"Principio del evangelio de Jesucristo, hijo de Dios..." (Evangelio
de Marcos 1:1).
Pero resulta curioso constatar cómo
Pablo, escribiendo a los Romanos, en el capítulo 1 antes citado, nos dice que
esas buenas nuevas se encontraban ya prometidas en las Sagradas Escrituras.
Para Pablo, las Sagradas Escrituras, como para cualquier judío, eran lo que
nosotros llamamos el Antiguo Testamento.
Los 39 libros que contenían la
revelación dada por Dios al pueblo de Israel, siglos antes de la venida de
Jesús al mundo. Pero Pablo dice que el Antiguo Testamento anticipaba ya las
buenas nuevas de salvación en Cristo Jesús.
Posteriormente, las cartas o epístolas
escritas por los apóstoles y otros discípulos de Jesús contendrían también una
explicación de cómo Cristo, por medio de su vida, muerte y resurrección, nos
salva.
Los evangelios, los hechos de los
apóstoles, las epístolas, así como el libro de Apocalipsis, en total 27 libros,
se conocen como el Nuevo Testamento. El Antiguo y el Nuevo Testamento
constituyen lo que llamamos la Biblia. Para los evangélicos, pues, la Biblia,
cuyo tema unificador es la salvación por Jesucristo, es la Palabra de Dios que
nos invita a recibir a Jesús como nuestro Señor y Salvador.
Para los evangélicos, la Biblia es
nuestra única fuente de autoridad. Solo la Biblia nos enseña adecuadamente
acerca de las buenas noticias de Dios para la humanidad en su Hijo amado. Y
esta es, también, la segunda creencia distintiva de las iglesias evangélicas.
Ya conoces, pues, las creencias básicas
de los evangélicos. Pero, hay un detalle final y fundamental que debes saber.
Los evangélicos no solo afirmamos estas creencias.
Somos también personas que hemos recibido
(aceptado) a Jesús como nuestro Señor y Salvador, hemos hecho nuestras las
buenas nuevas acerca de Jesucristo, la buena noticia que se encuentra en la
Biblia.
Hemos reconocido nuestro pecado y le
hemos pedido a Jesús que nos perdone.
Es más, creemos que Cristo así lo ha
hecho, pues Dios siempre cumple lo que promete, como dice el apóstol Juan:
"Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros
pecados, y limpiarnos de toda maldad" (1ª Epístola de Juan 1:9).
¡Estas buenas noticias son también para
ti!.
Este evangelio puede igualmente
salvarte a ti.
El evangelio contiene buenas nuevas
para los pecadores, y todos lo somos.
Todos hemos roto la Ley de Dios y
estamos expuestos a las consecuencias eternas de tal desobediencia.
El mensaje
de Dios en Cristo Jesús lleva buenas
noticias a todos: "Palabra fiel y digna de
ser recibida por todos, que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los
pecadores" (1ª Epístola a Timoteo 1:15).
¿Te salvará también a ti?
Cree, pues,
en el Señor Jesucristo y tú también serás salvo.
Bendiciones
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