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lunes, 4 de septiembre de 2017

EL IMPERIO ROMANO HOY

¿QUIEN ES LA CABEZA DE LA IGLESIA?

EMPERADOR ROMANO

El periodo del imperio romano recibió el nombre de Siglo de oro. Es el período histórico en el que Roma fue gobernada por emperadores.
Su primer emperador fue Augusto (Octavio) y el último de la época dorada se llamó Rómulo Augústulo.
El dominio del imperio romano abarcaba las costas por completo de lo que actualmente se conoce como Mar  Mediterráneo.
Más específicamente sus dominios eran: Norte de África, oeste de Asia y sur y oeste de Europa.
Todos los poderes; administrativos, político, militar y religioso recaían en la figura del emperador.
Dicha etapa tuvo su inicio en el año 29 A.C y finaliza en el año 476 D.C.
A finales del siglo 111 y a principios del siglo IV, se observa una lenta transformación del mundo romano en todos sus aspectos (político, económico, social y religioso), debida en gran parte a las amplias reformas puestas en marcha por Diocleciano y que serán concluidas por Constantino 1. Estas reformas desembocarán en una monarquía absoluta militarizada.
En la actualidad estas funciones las desempeña el “PAPA”, quien  desde  el Estado Vaticano(una pequeña nación incrustada en Roma , Italia) dirige la iglesia católica, una organización mundial que es la continuidad del otrora imperio romano.

¿Acaso la Biblia enseña que deberíamos tener un papa?
Francisco
Para defender la doctrina del papado, el Vaticano recurre a dos fuentes: La tradición y la Biblia. Primeramente, en la tradición, la iglesia católica se basa en los escritos de doctores de la iglesia, entre ellos hombres del primer siglo como Clemente de Roma e Ignacio de Antioquía, los cuales vivieron durante el tiempo del Nuevo Testamento.
Entre sus muchas contribuciones a la doctrina de la iglesia, ambos, al igual que el Emperador Romano Constantino años después ( Quien  se "convirtió " al cristianismo)  , abogaron por una estructura eclesiástica la cual tuviese un obispo sobre las iglesias locales. Es en ese periodo donde  el Imperio Romano inicia su transformación de  imperio político militar a Imperio Político/Religioso, como lo es en la actualidad.
En sus cartas es visible su deseo por preservar la sana doctrina en medio de un ambiente propicio a los falsos maestros y falsas doctrinas.    Sin embargo debemos recordar que tanto Clemente como Ignacio, no buscaban defender un obispo sobre la iglesia entera, como lo vemos hoy en día con el papa.  Al contrario, lo que ellos buscaban defender era la Escritura y las verdades escritas en ella por medio de establecer un obispo sobre ciertas regiones geográficas, dado que pocas personas tenían acceso a copias de los originales.  Ya que no todos tenían la Escritura, pensaron necesario subordinar a aquellas iglesias sin copias a hombres preparados los cuales hubiesen tenido interacción con los apóstoles mismos o con algunos de sus seguidores más cercanos.
Su intención fue elevar la autoridad de la Escritura, no crear una escritura eclesiástica modelo con una cabeza humana al frente.
Por lo tanto, creo que si ellos estuviesen vivos hoy, estrían en contra del papado al igual que nosotros.
En segundo lugar, la Biblia no enseña que la iglesia debería tener un obispo supremo.
En ningún lugar en la Escritura se presenta a Pedro como la cabeza de la iglesia.
La única piedra angular que se menciona en la Biblia es Cristo mismo (Efesios 2:20); y por lo tanto la iglesia está cimentada en la roca que es Jesús, no Pedro.
Las palabras de Jesús a Pedro en Juan 21:17 “Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas” no demuestran que Jesús elevó a Pedro a un estatus de cabeza eterna sobre la iglesia, más bien Jesús le pidió que enseñase y fuera líder en la iglesia, pero nunca que enseñase alguna otra cosa que lo que está escrito en la Biblia.
¿Cómo deberíamos responder al papado como cristianos?
NUESTRA LEALTAD ES HACIA LA VERDAD DE LA ESCRITURA, NO HACIA un hombre.
Primeramente, debemos recordar que Jesucristo, no el papa, es la única cabeza de la iglesia. Él prometió edificar su iglesia siendo él mismo la piedra angular (Efesios 2:20).
El Nuevo Testamento entero nos demuestra que solamente Jesús es el Señor sobre la iglesia, y jamás eleva a Pedro a tal estatus.
El papa no es la cabeza de la iglesia porque Jesús nunca estableció tal oficio, ni tiene ninguna autoridad sobre las iglesias alrededor del mundo, ya que el modelo que vemos en el Nuevo Testamento es de iglesias liberadas por ancianos (1 Timoteo 3; Tito 2), y no por un pontífice o emperador en Roma. 
Incluso si se pudiese trazar una línea de sucesión entre el papa actual y Pedro, la tal no demandaría que el papa tuviese autoridad sobre el cuerpo de Cristo.
En el momento en el que uno de estos sucesores se hubiese desviado de la verdad bíblica, nosotros no le hubiésemos seguido, pues Cristo es nuestra cabeza y Rey, no un hombre.  Es por eso que como cristianos no tenemos nada que ver con la iglesia católica romana, la cual representa un sistema corrupto y anti-bíblico, continuidad de un Imperio humano .

En segundo lugar, debemos tener en mente que el papa no tiene la autoridad para hablar infaliblemente,

De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito:
    Para que seas justificado en tus palabras, y venzas cuando fueres juzgado. “(Romanos 3:4) (todo hombre nacido de mujer  se equivoca).
Tal doctrina no tiene fundamento bíblico. La tradición de la infalibilidad papal tiene sus bases en la tradición católica, la cual ha sido copiada y hecha autoritaria por decretos divinos de ciertos papas, creando así un círculo perfecto para defender una tradición sin un fundamento en la Escritura.
Tercero, recordemos que solamente la Biblia y Cristo tienen autoridad sobre la iglesia. Dos de las banderas principales de la Reforma fueron Sola Scriptura y Solus Christus. La primera luchó por la autoridad de la Biblia sobre cualquier tradición, mientras que la segunda atacaba la creencia herética que presentaba al papa como el representante de Cristo en la tierra.
Su lucha sigue resonando hasta el día de hoy. Como creyentes debemos sujetar todo sermón, libro, documento y tradición bajo la autoridad de la Escritura; guardando lo que esté de acuerdo a ella y rechazando lo que vaya en su contra.
Por lo tanto, la tradición católica no tiene lugar en la verdadera iglesia cristiana, pues no tiene fundamento bíblico y ni siquiera pueden existir juntas, ya que la una repele y contradice a la otra.
Finalmente, debemos orar por y evangelizar a los católicos. Creo que la mayoría de nosotros hemos salido del catolicismo o bien fueron nuestros padres los que salieron.
Al hablar del catolicismo debemos ser duros en reconocer la falsedad del sistema, pero tal dureza doctrinal no debería endurecer nuestros corazones.
Los católicos necesitan entender el verdadero evangelio, que la salvación no es por obras sino por fe, y necesitan entender que la autoridad de la Biblia es mayor a la de cualquier tradición.
Bendiciones



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